Características de los agresores de género

Es difícil describir un perfil psicológico y homogéneo entre los agresores que maltratan. El fenómeno de la violencia de género requiere una explicación multicausal. No obstante, desde la ciencia psicológica forense se han determinado y estudiado algunas características que pueden presentar correlación con perpetrar dichos actos.

Es importante advertir que en este blog, presentaremos algunas características clasificadas de una forma accesible. Pero siendo nosotros profesionales peritos, tendríamos que estudiar otros muchos aspectos: los factores situacionales en la comisión de los actos violentos, el tipo e historia de relación con la pareja, el tipo de violencia que se ejerce, aspectos de crianza e historia de aprendizaje…etc.

De manera que presentar algunas de estas características que vamos a presentar no se tiene por qué traducir directamente en maltrato. Tampoco es necesario que se presenten en un número determinado. Ya que nuestra valoración ha de tener en cuenta las circunstancias en la comisión de la agresión.

Teniendo esto en cuenta y para simplificar y poder tener una guía de aspectos concretos. Los vamos a clasificar en las siguientes áreas:

• Área comportamental
  • Deseabilidad social: el individuo se muestra adaptado socialmente, con virtuosismo moral y ajuste emocional correspondiendo a una “Doble fachada” dentro y fuera del hogar.
  • Repetición de la violencia con otras parejas: la probabilidad futura de agresión en el hombre hacia la mujer se puede ver en anteriores relaciones.
  • Resistencia al cambio: dificultades en la adherencia al tratamiento y en el reconocimiento de la violencia.
  • Abuso de sustancias: sobre este aspecto es importante no asociar directamente como causa del maltrato, en todo caso puede ser precipitante. Ya que las personas que ejercen violencia en la familia agreden tanto sobrios como bajo los efectos del alcohol.

• Área cognitiva
  • Pensamiento sexista: aspecto central en el maltrato. Muchos de estos hombres que agreden mantienen un pensamiento rígido sobre los roles de género.
  • Minimización/Justificación: las personas que maltratan pueden minimizar su conducta agresiva en gravedad, cantidad y tiempo en que se ha ejercido.
  • Negación: fenómeno relacionado con desmentir la ocurrencia de la conducta violenta.
  • Externalización de la culpa: no hay responsabilización de la propia conducta, culpabilización hacia la mujer.
  • Falta de empatía: dificultades para ponerse en el lugar de la víctima.

• Área afectiva
  • Inhibición emocional y racionalización: rasgo culturalmente machista sobre que el hombre debe reprimir sus emociones y no exteriorizar el dolor, la tristeza…
  • Dependencia/Inseguridad: relacionado con la baja autoestima y las dificultades para soportar la soledad, que necesita cubrirlo con una mujer.
  • Celos: presente en muchos hombres que maltratan y que pueden traducir en conductas de control.
  • Baja tolerancia a la frustración: relacionado con el descargo de la frustración con sus parejas.

• Área relacional
  • Aislamiento: hace referencia a las dificultades para intimar y tener relaciones cercanas con otra gente.
  • Conductas controladoras, actitud posesiva y manipuladora: relacionado con el control de la víctima de todas las maneras posibles.
  • Dificultad en la resolución no violenta de los conflictos: hablamos en este aspecto de las dificultades en la asertividad, en la comunicación emocional y en tolerar los conflictos.
  • Evitación y negación de los conflictos: muy relacionado con lo anterior. Para estar bien no se deben tener conflictos.

Como mencionamos anteriormente no todos los agresores de género presentan todas estas características, ni el presentar algunas de ellas es sinónimo directamente de maltrato o agresor de género.

Por último, ya que has llegado hasta aquí me gustaría recomendarte la película de Toro Salvaje de Martin Scorsese, e invitarte a ver si eres capaz de localizar algunas de estas características en el protagonista Jake LaMotta, interpretado por Robert de Niro.