Del acoso laboral o “Mobbing”

Cada vez cobra más importancia en nuestra sociedad la importancia del cuidado y la salud laboral. Es por eso que, desde la Administración de justicia, así como la cultura presente sobre la prevención de riesgos laborales, ponen de relieve la investigación y estudio de los riesgos psicosociales en el lugar de trabajo. Hablamos en esta entrada del blog, de uno de ellos: El “mobbing” o acoso psicológico en el lugar de trabajo (que por el hecho ser concisos en el texto lo nombramos como acoso laboral).

Aunque no existe una definición consensuada sobre el fenómeno a nivel internacional. Podemos decir que el “mobbing” comprende una forma de hostigamiento o ataque psicológico que tiene lugar en el contexto de trabajo, que presenta múltiples expresiones y cuyo origen está en las relaciones interpersonales entre los individuos que forman parte de la organización. Entre sus características principales encontramos la exposición prolongada y repetida a conductas negativas a las que está sometida la víctima.

Según uno de los mayores peritos psicológicos expertos a nivel nacional sobre el tema: David González Trijueque. En la doctrina judicial española, se han de contemplar algunos de los siguientes elementos para constatar este fenómeno:

1. Existencia de una presión laboral sistemática con la finalidad de destruir la autoestima y fortaleza profesional de la víctima.
2. Existencia de causalidad con el trabajo donde se produce el consentimiento o indiferencia de quienes forman parte de dicho contexto.
3. Las conductas hostigadoras se exceden de los límites del poder de dirección en el centro de trabajo.
4. Se producen dentro del marco de las relaciones interpersonales en el marco laboral.
5. Es de carácter personalizado hacia un individuo, y no tanto a un colectivo.
6. Carácter intencional, mediante actos de trato vejatorio y ultrajante, buscando la denigración laboral.
7. Las conductas de acoso son constantes y reiteradas, a veces aparentemente inocuas.
8. Existe una situación de desigualdad entre acosador y víctima.

En cuanto a las formas de expresión, encontramos en la literatura científica que son múltiples, siendo más frecuentes la difusión de rumores, el aislamiento social y las agresiones verbales. Junto con esto y para no exceder los límites de la sobrecarga de información para ti lector, podemos hablar también algunas de las características fundamentales sobre los diferentes tipos de “mobbing”. Encontramos así cuatro tipos:

• Acoso vertical descendente o “bossing”: se perpetra desde una posición de poder y suele generar consecuencias para la salud del trabajador más graves.

• Acoso horizontal: muy habitual y se produce entre posiciones jerárquicas iguales o similares sea por enemistad personal, discriminación, presión social…etc.

• Acoso mixto (vertical descendente y horizontal): se produce cuando desde la jerarquía no se hace nada al respecto o permite la situación de acoso.
• Acoso vertical ascendente: menos frecuente, donde los superiores pueden ser víctimas de acoso laboral sea por no aceptación de los métodos o dirección por parte de los trabajadores, motivos personales…etc.

Teniendo en cuenta esto, es importante por último destacar brevemente también las consecuencias psicológicas y/o emocionales para la víctima. Encontramos que como profesionales peritos tenemos que tener en cuenta en el estudio: las características y duración de la situación, las características previas de la supuesta víctima, así como el agresor, la cultura laboral… Todo ello nos permite constatar la gravedad y el problema de salud pública que supone para los afectados y que se viene traduciendo en cuadros de trastorno de estrés postraumático, bajas por cuadros depresivos graves, cuadros de somatización, aislamiento social e hipersensibilidad a la crítica, etc. Así como las consecuencias para la familia, e incluso los costes para la organización laboral.