Duelo patológico

Duelo patológico

¿Qué es el duelo normal?

Es un proceso natural de adaptación que sigue a una pérdida.

Dentro del mismo se clasifican diferentes fases, estudiadas y establecidas por Elisabeth Kübler-Ross, psiquiatra experta en el proceso de la muerte, siendo estas:

  • Negación: reacción inmediata a la pérdida. Va acompañada de una sensación de incredulidad y congelación de emociones.
  • Ira: sentimientos de impotencia y frustración.
  • Negociación: durante este momento, se empieza a conectar con la realidad de la pérdida y la persona trata de ver qué actos puede realizar para revertir la situación.
  • Depresión: caracterizada por sentimientos de pena o tristeza.
  • Aceptación: implica un sentimiento de calma asociado a la comprensión de que la muerte es un proceso natural de todo ser vivo.

¿Qué diferencias existen con un duelo patológico?

Dentro del DSM-5, uno de los principales manuales diagnósticos empleados en nuestro país, se encuentra el Trastorno por duelo prolongado, que consiste en una respuesta normal de duelo, pero persistente y profunda.

Las características del duelo se extienden por un período de unos 12 meses.

Criterios diagnósticos para considerar un duelo prolongado

  • Muerte de un ser cercano ocurrida al menos 12 meses antes.
  • Desde la muerte, desarrollo persistente de una respuesta de duelo caracterizada por uno a dos de los siguientes síntomas, pudiendo ocurrir éstos casi todos los días durante al menos un mes:
    • Añoranza intensa
    • Preocupaciones con pensamientos o recuerdos del muerto
  • Desde la muerte, al menos tres de los siguientes síntomas han estado presentes la mayor parte de los días.
    • Perturbaciones de la identidad
    • Sentimiento de incredulidad
    • Dolor emocional intenso
    • Dificultad para seguir adelante
    • Aturdimiento
    • Sentir que la vida no tiene sentido
    • Sentimiento de intensa soledad

¿Cómo es el duelo ante la pérdida de un ser querido repentina y/o violenta?

Cuando se dan estas circunstancias, la persona va a necesitar más tiempo del habitual para asimilar lo sucedido, ya que la angustia, el dolor y la falta de comprensión van a marcar lo ocurrido.

Esto es así ya que cuando, por el contrario, sucede tras por ejemplo una larga enfermedad, la persona tiene más tiempo para poder procesar el desenlace e ir preparándose para ello. Pero, cuando éste ocurre de manera repentina y/o violenta, la sensación de incomprensión es mucho mayor.

Asimismo, según L. M. Parada Muñoz (2007), este tipo de pérdidas “crean cambios que marcan su particular forma de interactuar en y con el mundo”.

Extraído de https://cvclavoz.com/blog/estilo-de-vida-bienestar/como-superar-la-muerte-inesperada-de-un-ser-querido/

Por todo ello, si tienes cualquier duda o necesitas asesoramiento de cualquier tipo, puedes informarte a través de los profesionales de Psicalma.

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