El divorcio: La consecuencias legales y psicológicas

El divorcio

El divorcio, más allá de un trámite legal, es un proceso complejo que conlleva una serie de efectos tanto para los adultos como para los hijos. Hablamos entonces de un duelo emocional que implica la pérdida de un proyecto de vida en común, la ruptura de la familia y la reestructuración de las relaciones personales.

Muchas veces desde los profesionales de la psicología forense, además de la intervención en cuanto a la evaluación en la idoneidad de custodia, las capacidades parentales, la no presencia de psicopatología en los progenitores… Se viene también proponiendo y practicando la mediación, con el fin de obtener el menor perjuicio psicológico y emocional para las partes implicadas. En otro post hablaremos más sobre el concepto de mediación.

De tal manera, ¿cuáles son las consecuencias emocionales en cada uno?

En los adultos:

  • Sentimientos de tristeza, dolor, culpa e ira: Es normal experimentar una gama de emociones negativas tras un divorcio. La tristeza y el dolor son reacciones naturales ante la pérdida de la relación. La culpa puede surgir por la responsabilidad que se siente en la ruptura, mientras que la ira puede estar dirigida hacia la expareja o hacia uno mismo.
  • Depresión y ansiedad: El estrés y la incertidumbre asociados al divorcio pueden aumentar el riesgo de sufrir depresión y ansiedad. Los síntomas pueden incluir baja autoestima, problemas de sueño, cambios en el apetito y dificultad para concentrarse.
  • Aislamiento social: La ruptura de la pareja puede llevar a un aislamiento social, especialmente si se pierde el contacto con amigos o familiares que apoyaban la relación.
  • Problemas de salud física: El estrés del divorcio puede afectar la salud física, aumentando el riesgo de enfermedades cardiovasculares, problemas digestivos y dolores de cabeza.

En los hijos:

  • Sentimientos de confusión, miedo y tristeza: Los hijos pueden sentir que son responsables del divorcio o que no son queridos por sus padres.
  • Problemas conductuales o de comportamiento: Los niños pueden mostrar mayor agresividad, rebeldía o retraimiento social.
  • Dificultades en el rendimiento académico: El estrés y la tristeza pueden afectar el rendimiento escolar de los niños.
  • Problemas para establecer relaciones sanas: Los hijos de padres divorciados pueden tener dificultades para confiar en los demás y establecer relaciones sanas en el futuro.
  • Sufrir la instrumentalización en el proceso de divorcio: Nos hemos encontrado con progenitores que, con el fin de perjudicar a la expareja, realizan prácticas de chantaje, abuso, violencia…Casos extremadamente graves.

Estos son algunos ejemplos de las diversas dificultades adaptativas que podríamos encontrar en los adultos y los menores.

Desde Psicalma conocemos la complejidad de estas situaciones, por lo que entendemos que este duelo y proceso complejo necesita un abordaje clínico. Pero también un asesoramiento claro a nivel legal. Si conoces a alguien que se encuentra en esta situación te invitamos a que te pongas en contacto con nosotros. Nuestro asesoramiento es gratuito.

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