La imputabilidad

En este post queremos acercarnos y hacer más accesible y comprensible uno de los términos más importantes en el Derecho Penal.

A la hora del enjuiciamiento de los actos delictivos, se ha de determinar la responsabilidad penal. En relación a esto, hablamos del concepto de Imputabilidad, definido como la “capacidad de culpa” según el ordenamiento penal. Es decir, se refiere a la responsabilidad de las consecuencias jurídicas de un hecho delictivo.

Encontramos entonces que los requisitos psicobiológicos de la imputabilidad son:

1. Estado de madurez física y psíquica mínima, con relación a la edad.
2. Plena conciencia de los actos que realiza.
3. Capacidad de voluntariedad.
4. Capacidad de libertad.

                  Teniendo esto en cuenta hablaríamos de Inimputabilidad al contemplar la excepción de la presunción universal de culpabilidad que se presupone en la mayoría de edad. Para referenciar esto, los textos legales también proponen el término de Enajenación mental como exención de responsabilidad criminal. En base a ello, se establecen cuatro criterios muy importantes para nuestro trabajo como peritos o psicólogos forenses, que son:

• Criterio cualitativo: Hace referencia a la existencia de una anomalía o alteración psíquica, elemento biológico o psicopatológico.
• Criterio cuantitativo: Hace referencia a la intensidad o imposibilidad de comprender la ilicitud del hecho o actuar conforme a esta compresión.
• Criterio cronológico: Hace referencia a la presencia del trastorno en el momento del delito.
• Criterio de causalidad: Hace referencia a la relación de causalidad o sentido entre el trastorno psíquico y el hecho delictivo.

Entonces… ¿qué tiene que decir el psicólogo forense o perito en base a la Imputabilidad?

                  Teniendo en cuenta todo lo expresado anteriormente, el perito ha de intentar responder a la demanda del operador jurídico y traducir los conceptos jurídicos a la ciencia psicológica. Resumidamente, aparte de la información anterior, el profesional ha de estudiar los dos  básicos en los que se ancla la Imputabilidad:

• Cognición: definido como la capacidad para comprender la ilicitud de un hecho.
• Volición: definido como la capacidad para actuar conforme a esa compresión o manejar su voluntad.

                  Tenemos que tener presente estos dos conceptos, el de conocimiento y voluntad. Para ello es necesario partir de dos preguntas, a las cuales el perito ha de tratar de responder, teniendo en cuenta las posibles limitaciones. Esas preguntas serían: “¿Tiene capacidad para discernir entre el bien y el mal?” (Conocimiento) y “¿Tiene capacidad para adecuar su comportamiento a dicho conocimiento?” (Voluntad).

No nos debemos olvidar de que el enjuiciamiento de la imputabilidad es una cuestión jurídica que deberá resolver el juez con ayuda o asesoramiento de un experto, que en este caso seríamos nosotros. Por lo que este último debe simultanear también a su vez, los criterios referentes a lo psicopatológico y legal.

El criterio psicopatológico sería constatar en el informe la sintomatología más significativa, el diagnóstico y el momento evolutivo de la enfermedad durante los hechos. Y por otro lado, el criterio legal sería la complementación de la valoración diagnóstica por parte del perito mediante el análisis riguroso de los síntomas relacionados presuntamente con la conducta delictiva. Esto último nos ayudaría a responder en qué medida las capacidades sobre la Imputabilidad están afectadas. Clasificándolas a su vez en: Anuladas, Altamente mermadas y Ligeramente menoscabadas.