Entendemos por ira como una emoción universal caracterizada por un estado de malestar, agitación y hostilidad. Constituye una emoción adaptativa que puede ayudar a defendernos de amenazas o cuando sentimos que nuestros límites se socavan. Sin embargo, cuando se experimenta de forma excesiva o inapropiada, puede generar una serie de problemas tanto de salud mental, como de otro tipo (legales, relacionales, etc.).
En la psicología forense, partir del concepto de la IRA nos ayuda a la hora de evaluar aquellos trastornos mentales relacionados o implicados en la violencia. Es Esbec (2015) quien establece la ira como un factor transdiagnóstico en la valoración psicológica en el ámbito jurídico penal.
Podemos nombrar algunos de los trastornos mentales más comunes asociados a la ira, entre los que se incluyen:
- Los trastornos de personalidad del Cluster B: la impulsividad, desconsideración de las normas presentes en el trastorno de personalidad antisocial o la inestabilidad interpersonal y estado de ánimo en el trastorno límite de personalidad, se puede asociar a episodios de ira intensa y muy descontrolada.
- Trastorno de estrés postraumático (TEPT). además de la sintomatología en forma de flashbacks, pesadillas y pensamientos intrusivos sobre un evento traumático. También pueden tener dificultades para controlar su ira, especialmente cuando se enfrentan a situaciones que les recuerdan el evento traumático.
- Trastorno bipolar: en los períodos de manía tras los cambios extremos en el estado de ánimo, los individuos pueden sentirse muy excitados, irritables e impulsivos.
- Trastorno del espectro esquizotípico, paranoide y esquizofrenia: ante el sentimiento de rechazo, invasión, traición o percepciones delirantes que puedan precipitar episodios de ira en descontrol.
¿Qué lo importante a la hora de evaluar? Como siempre solemos recalcar tenemos:
- Entrevista clínica: el gold standard como dicen los “anglos” para nuestra evaluación. En este caso la información sobre la historia personal y el funcionamiento actual, así como la relación, gravedad e impacto con respecto a la ira en el individuo.
- Observación: la información más útil y actualizada será la procedente de la observación de la frecuencia, intensidad, duración y consecuencias de la ira en diversos contextos.
- Pruebas psicométricas: las pruebas más utilizadas para la evaluación de la ira son la Escala para evaluación de la Ira de Spielberg (STAXI) y la Escala de Ira de Novaco.
Entonces, ¿para qué puede ser útil desde el trabajo como peritos?
- Evaluación de la imputabilidad: importante para determinar la expresión de la ira en la comisión del acto delictivo supone una afectación en las capacidades cognitivas y volitivas del individuo.
- Evaluación de la peligrosidad: necesario para el riego de reincidencia, ya que la ira es uno de los principales factores de riesgo.
También podría ser para otras cuestiones como propuesta u orientación de medida, consideraciones para el tratamiento del individuo implicado, etc. Como te comentábamos al inicio el doctor, médico y psicólogo Enrique Esbec, ha sido una de las principales referencias en el estudio de la psicopatología legal y forense, por lo que desde Psicalma te invitamos a que leas más de su obra, tanto si eres aficionado como profesional. La constante formación es nuestro motor de trabajo.