La simulación o el engaño

Simulación o engaño

Este post como muchos de los que escribimos va dedicado a los profesionales y a los interesados en la Psicología forense.

En el día de hoy queremos hablar del concepto de simulación en el ámbito psicológico. En lo recogido en las clasificaciones internacionales psicopatológicas (DSM-IV-TR, DSM-5) se define como la producción intencional de síntomas físicos y/o psicológicos falsos o exagerados motivados por “ventajas” o incentivos externos. Además de esto se presentan una serie de criterios para poder hablar de sospecha de simulación en mayor o menor grado.

Es importante destacar que no existe criterios diagnósticos, ni pruebas psicométricas (tests) que permitan el diagnóstico de simulación.

En nuestra práctica profesional como peritos puede ser frecuente enfrentarnos a este reto en cuanto a la detección a la hora de realizar la evaluación psicológica forense . Normalmente y de forma muy genérica podemos referirnos a tres tipos (aunque nos podemos encontrar otra terminología):

  • SIMULACIÓN: invención de un cuadro clínico o psicopatológico.
  • DISIMULACIÓN: reducción o minimización de la presencia del cuadro clínico o psicopatológico.
  • SOBRESIMULACIÓN: exageración o amplificación del cuadro clínico o psicopatológico.

Para su evaluación o detección, tenemos en cuenta numerosos indicadores, que nos permitan hablar en términos de probabilidad o certeza, nunca de diagnóstico fijo. Necesitamos entonces prestar atención a las siguientes claves:

  • Evidencia de un incentivo externo o ganancia de esa invención deliberada de los síntomas: la información del contexto profesional nos dará información, ya que no es lo mismo motivaciones económicas o de mantenimiento de bajas laborales más frecuentes en el contexto médico legal como la evitación de condenas más severas o beneficios penitenciarios propias del contexto penal.
  • Las inconsistencias en los resultados de las pruebas aplicadas y la convergencia de los datos de diferentes fuentes y pruebas: el dicho de que el mentiroso ve menos que el ciego, oye menos que el sordo… refiere a que respuestas exageradas o improbabilidades científicas en el evaluado supuestamente simulador, nos puede despejar las dudas en cuanto a su confirmación.
  • La evaluación ha de ser multidisciplinar-multisistema-multimétodo: necesitamos diversas claves o fuentes que nos informen desde distintos lugares acerca de la presencia de simulación; para ello utilizaremos métodos como la consulta de fuentes diversas, pruebas físicas, psicológicas, médicas, etc.

Teniendo en cuenta esto, podemos descartar o tener en cuentas mitos sobre la simulación que conviene también esclarecer sobre la simulación:

  • Simulación es lo mismo que Psicopatía : falso, no es un rasgo. Nos tendremos que fijar en las posibles ganancias secundarias al contexto y en los indicadores ya expuestos previamente.
  • La Simulación es un trastorno mental: falso, es un patrón o comportamiento voluntario e intencional (ello no quita que pueda estar presente o relacionado en cualquier cuadro psicopatológico o médico).
  • El “ojo clínico” como la mejor herramienta de detección: falso, necesitamos practicar diversas pruebas que pongan a prueba el juicio o la hipótesis sobre posible simulación o no.
  • Existen claves fisiológicas o físicas para detectar la mentira: falso, si bien podemos relacionar ciertas cuestiones físicas (ej: sudores, parpadeos…), se ha demostrado que no ayuda, ni mejora la detección del engaño o simulación.

Como ves existe mucha literatura acerca del concepto de simulación o engaño. Te invitamos a que leas sobre este tema tan candente y presente en nuestra profesión. Por lo que nuestra recomendación de hoy desde los profesionales de Psicalma sería los escritos de Héctor González Ordi.

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