La valoración del riesgo de violencia

Riesgo de violencia

La valoración de riesgo de violencia constituye una tarea compleja y delicada que se lleva a cabo en el ámbito de la psicología forense. Su objetivo consiste en identificar a las personas que tienen mayor probabilidad de cometer actos violentos, para poder adoptar así medidas de prevención o intervención adecuadas.

En dicho proceso necesitamos tener en cuenta los diversos factores. Como veremos las predicciones de violencia pueden estar hechas en base a criterios clínicos o conclusiones estadísticas. De las primeras consideraciones para tener en cuenta son determinadas características en los agresores, como son: la naturaleza y seriedad de los cargos, la existencia de arrestos previos y el uso de drogas o alcohol. Si quieres leer más sobre el tema te recomendamos el artículo sobre Agresores de género.

En relación con esto presentamos a continuación los diversos factores convergentes en la predicción de violencia. Tenemos:

  • Factores personales/características individuales del sujeto: carrera delictiva previa/antecedentes de violencia, presencia de trastorno mental (ej: Psicopatía ), drogadicción…
  • Factores contextuales o sociales: pobreza, marginación y exclusión social, fracaso escolar, eventos estresantes, contexto violento…
  • Factores relacionales: relaciones abusivas y de maltrato en el entorno, presencia de armas…

Como señalamos en nuestros artículos, es importante y necesario conocer un poco de cuales son nuestras herramientas de trabajo. Ya que nos enfrentamos a una realidad muy problemática y compleja por todos los factores que pueden estar influyendo, tal como comentábamos con anterioridad.

Así entre los métodos de evaluación más frecuentes tenemos:

  1. Entrevista: la herramienta fundamental o gold standard para la valoración de riesgo de violencia. Obtención de toda la información relacionada con la historia personal, sus antecedentes psicológicos y psiquiátricos, sus relaciones interpersonales, su entorno social, etc.
  • Evaluación psicológica y psicométrica: Muy importante el contraste de toda la información de nuestras hipótesis mediante la aplicación de pruebas o tests psicométricos de menor a mayor complejidad (Ej: PCL-R, HCR-20).
  • Análisis de datos: la revisión de registros policiales, judiciales o psiquiátricos, para obtener información sobre los antecedentes de violencia del sujeto.

Esto es lo que se viene conociendo en la literatura últimamente como métodos mixtos, donde se tiene tanto en cuenta el criterio clínico, como datos estadísticos o actuariales referentes al perfil y el contexto del agresor.

No obstante, no existe ningún método perfecto en esta temática por lo que tenemos que tomar en consideración aspectos como la subjetividad del profesional perito (sesgos), la falta de precisión, los factores contextuales… Por lo que es muy conveniente la revisión y actualización continua, así como la supervisión de otros profesionales como el uso multifuente y multiinformante que nos permita esclarecer dicho riesgo.

Tal como comentábamos en otros posts relacionados con otras problemáticas (ASI), a la hora de estimar el riesgo de violencia, siempre nos referiremos a grados de probabilidad, nunca a certezas diagnósticas. Si estás más interesado de este tema te recomendamos desde Psicalma el acercamiento a lectura de textos de profesionales como Odetter Terol Levy o Enrique Esbec.

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