Los trastornos disociativos en psicología forense

Trastornos disociativos

Los trastornos disociativos constituyen grupo de trastornos complejos que se caracterizan generalmente por una desconexión o fragmentación de la conciencia, la memoria, la identidad o la percepción, etc.

Actualmente existe un consenso general que entiende el fenómeno disociativo como un continuo, que va desde características más normativas como la absorción o las ensoñaciones diurnas, hasta formas psicopatológicas de mayor gravedad, como la despersonalización, trastorno de identidad disociativa, entre otros.

¿Cuáles son los aspectos relevantes en el ámbito forense?

1. Dificultad en la evaluación: El diagnóstico diferencial con respecto a otras condiciones tipo TEPT o simulación . Se requiere de una precisa y adecuada formación y profesionalización en este tipo de problemática.

2. Implicaciones en la responsabilidad penal: La presencia de un trastorno disociativo en relación con el delito imputado puede atenuar o eximir la responsabilidad penal del individuo, según la gravedad de la sintomatología y su impacto en la capacidad de comprender y controlar la conducta.

3. Credibilidad del testimonio: Síntomas disociativos tipo amnesia o la distorsión del recuerdo, pueden afectar la precisión y confiabilidad del testimonio de una persona. Por eso el profesional tiene que evaluar o tener en cuenta si existen motivos para la distorsión del testimonio.

4. Conocimiento del desarrollo de dicho espectro psicopatológico: hablamos aquí de factores de riesgo o causales de dicha psicopatología tales como el haber sufrido trauma, abuso  físico o sexual, negligencia…

¿Cuáles son los trastornos disociativos más comunes?

  • Amnesia disociativa: Incapacidad para recordar información importante, generalmente de un evento traumático.
  • Trastorno de identidad disociativo (DID): La presencia de dos o más identidades distintas o estados de personalidad.
  • Despersonalización: sensación de separación o distancia de uno mismo, como si estuviera observándose uno a sí mismo desde fuera.
  • Desrealización: sensación de que el mundo que te rodea es irreal o extraño.

En los últimos años se ha venido relacionando mucho la disociativo con lo conversivo. De hecho, viene a considerarse la Disociación Psicoforme y la Disociación Somatoforme. Se habla entonces de dos procesos bien diferenciados:

  • Desapego: referido a alteraciones en la conciencia caracterizada por una menor sensibilización hacia los estímulos ambientales o endógenos (ej: despersonalización).
  • Compartimentalización: referido al déficit en la capacidad para controlar o acceder conscientemente a acciones, información o procesos que normalmente se pueden controlar (ej: ceguera por conversión).

¿Qué consideraciones a tener en cuenta?

  • La evaluación multidisciplinar: La evaluación forense de los trastornos disociativos debe incluir la participación de un equipo de profesionales con experiencia en psicología, psiquiatría y otras áreas relevantes. Eso significa acceder a múltiples profesionales y fuentes directas e indirectas.
  • Sensibilización y formación: Es fundamental que los profesionales del ámbito legal y forense comprendan la naturaleza y las características de los trastornos disociativos para garantizar una evaluación y tratamiento adecuados.

Desde Psicalma consideramos esta área tan compleja, desafiante e interesante que tratamos de mantenernos actualizados a través de formación y supervisión. Por lo que tratamos de mantenernos actualizados de manera constante.

Si te interesa más acerca del tema de la disociación y los trastornos disociativos te recomendamos la lectura de los artículos científicos del doctor y profesor Héctor González Ordi.


 [CO1]ARTÍCULO SIMULACIÓN

 [CO2]Artículo abuso

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