La definición más común del término psicótico se refiere a las ideas delirantes y a las alucinaciones manifiestas, debiendo presentarse estas últimas en ausencia de conciencia.
Los síntomas más frecuentes observados en pacientes con esquizofrenia, trastorno
esquizoafectivo, y psicosis exógenas son los siguientes:
- Eco, robo, inserción o difusión del propio pensamiento.
- Ideas delirantes extrañas, de ser controlado, de influencia o de pasividad, en referencia al cuerpo, a los movimientos de los miembros, a pensamientos o acciones…
- Voces alucinatorias que comentan la propia actividad, que discuten entre ellas.
- Ideas delirantes persistentes de otro tipo que no son adecuadas a la cultura del individuo o que son completamente imposibles (ej: capacidad y poderes sobrehumanos).
En cuanto al contenido del tema o conjunto de ideas delirantes es muy variable. A menudo la temática es de perjuicio (acoso laboral, robo, envenenamiento), persecución (seguimiento, ser espiado, grabado), hipocondríaco (creencia en padecer una grave enfermedad), de grandeza (creencia en ser una persona especial o de alto linaje), erotomaníaco (creencia en ser objeto de deseo de una persona importante).
Aunque la mayor parte de los pacientes psicóticos no son delincuentes y hacen una vida bastante normalizada, las relaciones entre psicosis crónica y violencia están muy bien documentadas, a pesar de la sobreexposición que sufren estas personas en los medios de comunicación en la comisión de un crimen, lo cual contribuye desgraciadamente a la estigmatización.
Debe quedar claro que la enfermedad mental grave explica tan solo un pequeño porcentaje de criminalidad violenta. Existe consenso de que los trastornos psicóticos crónicos mal controlados propenden a la violencia, pero que globalmente, estos pacientes solo son responsables de un porcentaje mínimo de dichos delitos y que la mayoría no son violentos y pueden llevar una vida bastante normalizada.
A nivel de derecho penal las psicosis constituyen los términos de la locura, la enajenación o alteración psíquica, al tratarse de un trastorno que irrumpe en lapersonalidad y que implica una pérdida de la conciencia de la realidad y/o de la continuidad histórico-biográfica.
¿Qué recomendaciones tenemos para el perito? Algunas de ellas son:
1. Hay que diferenciar claramente (según los criterios actuales DSM-5) los diferentes trastornos psicóticos. Entender las subtipologías, así como si es inducido por sustancias o si existe otros especificadores
2. La valoración del paciente psicótico se efectúa prioritariamente durante la entrevista clínica y la observación, pero es esencial la lectura del atestado policial, manifestación de testigos, historia clínica, sentencias de incapacitación, etc.
3. La forma de entrevistar es muy importante ante un paciente con un cuadro delirante. Creación de rapport y validación del malestar.
4. Es importante hacer notar la dificultad que frecuentemente se plantea a la hora de formular un diagnóstico de psicosis. La pérdida de contacto con la realidad puede en ocasiones no ser tan sencilla de apreciar, especialmente en pacientes que no colaboran en la entrevista y especialmente en el Trastorno delirante. Estas son algunas de las recomendaciones y descripciones que Esbec nos escribe y recomienda en su libro acerca de la imputabilidad y su relación con los diversos trastornos mentales. Desde Psicalma te invitamos a que te pongas en contacto y leas nuestros diversos posts sobre el funcionamiento y el papel de la Psicología Forense.