¿Qué es la predicción de la violencia?
La predicción del riesgo de que exista una conducta violenta por parte de una persona, ha sido una tradición a lo largo de las diversas culturas, con el objetivo de poder detectar cuándo esta tendrá lugar. Es por ello que se han ido desarrollando diferentes instrumentos para intentar predecirla.
Incluso la OMS (Organización Mundial de la Salud), distinguió cinco propiedades de la violencia:
- Complejidad: en función de la finalidad de la conducta violenta.
- Heterogeneidad: existen diferentes tipos de violencia.
- Multicausal: tienen lugar diferentes causas u orígenes en la comisión de un hecho violento.
- Intencionada: la acción violenta es resultado de un acto deliberado, intencionado y voluntario.
- Infrecuente: según autores como Krug, Quinsey y Harris, la violencia es un fenómeno poco habitual, raro e infrecuente, especialmente la violencia grave l muy grave, en contra de lo que la sociedad cree.
¿En qué ámbito es especialmente importante la predicción del riesgo de violencia?
En el ámbito de la violencia contra la pareja. Por ello, los instrumentos y técnicas empleados para predecir el riesgo de violencia en la pareja, tienen el objetivo de estimar la probabilidad de que ocurra un comportamiento violento en el futuro.
De este modo, es importante resaltar el siguiente instrumento:
- EPV-R (Escala de Predicción del Riesgo de Violencia Grave Contra la Pareja Revisada): es una escala creada por Echeburúa. E., Amor. P., Loinaz. I y Corral. P., revisada por última vez en el año 2010. Esta escala distingue entre “violencia grave o alta violencia” y “violencia menos grave o baja violencia”.
¿Qué entendemos por violencia dentro de la pareja?
Existen dentro de este aspecto, dos conceptos importantes:
- Violencia doméstica: es el nombre que recibe el conjunto de actos de violencia física, sexual, psicológica o económica que se producen en la familia o en el hogar, entre cónyuges o parejas de hecho antiguas o actuales, sin que sea necesario que agresor y víctima compartan o hayan compartido el mismo domicilio.
- Debe existir habitualidad.
- Puede recaer sobre cualquier persona del ámbito familiar.
- No tiene que haber convivencia.
- Tiene que existir una relación de afectividad o familiar entre víctima y agresor.
- Violencia de género:
- La víctima ha de ser necesariamente mujer.
- El agresor solo puede ser un hombre.
- Tiene que existir una relación conyugal o análoga.
No obstante, si tienes cualquier duda o necesitas asesoramiento de cualquier tipo, puedes informarte a través de los profesionales de Psicalma.