Es importante señalar que, según un estudio publicado en Transportation Research Part F: Traffic Psychology and Behaviour, en el cuál se realizó una revisión de la literatura publicada en los últimos 20 años en torno a las consecuencias psicológicas derivadas de los accidentes de tráfico, se concluyó que las personas que se han visto afectadas por un accidente de tráfico, tienen mayor riesgo de desarrollar trastornos mentales.
Analizando el impacto psicológico de un accidente de tráfico
Las patologías psicológicas más comunes derivadas de los mismos incluyen síntomas depresivos, fobias y síntomas de ansiedad, especialmente relacionados con el estrés postraumático.
Si, estas problemáticas no reciben ningún tipo de atención, a largo plazo es probable que se conviertan en trastornos mentales en sí, tales como el trastorno depresivo mayor, el trastorno de estrés postraumático, el trastorno de ansiedad generalizada y el trastorno de pánico.
Asimismo, en un artículo publicado por E. Esbec y E. Echeburúa (2015), ambos autores señalan que “la exposición a cualquier suceso impactante aumenta la probabilidad de sufrir trastornos por uso de sustancias”.
Impacto psicológico de los accidentes de tráfico en menores
Cuando dichos sucesos afectan directamente a menores, la vivencia traumática “puede cambiar la concepción que tienen de sí mismos, de los demás y del futuro, si el modo de afrontamiento no es adaptativo/saludable, y a partir de esto se pueden desencadenar algunas psicopatologías”, según se refleja en un artículo publicado por Infocop (Consejo General de la Psicología de España).
¿Qué factores pueden aumentar la probabilidad de padecer un trastorno psicológico tras un accidente de tráfico?
Igualmente, los autores citados anteriormente señalan que los factores de vulnerabilidad se podrían resumir en los siguientes:
- Factores genéticos
- Altos niveles de afectividad negativa (emociones desagradables tales como enfado, tristeza, nerviosismo, etc.)
- Historia de dificultades a nivel académico
- Atribución de la responsabilidad siempre a los otros
- Bajo nivel económico
- Falta de apoyo social
- Acumulación de sucesos victimizantes
- Influencia de psicopatologías previas
Valoración pericial de las secuelas psíquicas
Es importante señalar que, actualmente se utiliza el baremo aprobado en la Ley 35/2015, que entró en vigor el 1 de enero de 2016, en cuanto a la valoración de las secuelas psicológicas.
En él, se exige que el paciente haya sido evaluado y tratado por un especialista en psiquiatría o psicología clínica y también que el suceso traumático haya tenido la gravedad suficiente como para causar la patología actual.
No obstante, como señalan E. Esbec y E. Echeburúa (2015), “la valoración pericial es difícil, ya que las secuelas psiquiátricas pueden con frecuencia contrastarse después de las secuelas físicas y cuentan con la dificultad de establecer el nexo causal y la frecuente sobreactuación de los pacientes”. Por todo ello, si tienes cualquier duda o necesitas asesoramiento de cualquier tipo, puedes informarte a través de los profesionales de Psicalma.